ROSÁCEA / CUPEROSIS (ROJECES)

Confundir la cuperosis y rosácea es más normal de lo que crees. ¿Por qué? Porque ambas son afecciones de la piel que comparten síntomas como el enrojecimiento y la sensibilidad. Sin embargo, ¡no son lo mismo! Cada una necesita cuidados específicos para que no empeoren ni causen más molestias.

¿Te gustaría saber qué es cada una y cómo diferenciarlas? ¡Perfecto! Nuestros especialistas te lo explicarán a continuación de forma clara y sencilla ¡Dale un vistazo!

¿Qué es cuperosis?

La cuperosis es una afección de la piel que se presenta con enrojecimiento persistente y pequeños vasos sanguíneos visibles, conocidos como telangiectasias. Estos suelen aparecer en zonas como las mejillas, la nariz y el mentón, dándole a la piel un aspecto delicado y sensible.

Eso sí, aunque la cuperosis no causa dolor ni inflamación, es una señal de fragilidad capilar que merece atención. ¿La razón? Si no se trata de manera adecuada, puede avanzar y convertirse en una condición más compleja, como la rosácea.

¿Qué es la rosácea?

La rosácea, en cambio, es una afección inflamatoria crónica de la piel que incluye no solo enrojecimiento persistente y vasos visibles, sino también brotes de granitos, inflamación, ardor y, en casos avanzados, engrosamiento de la piel. Por lo tanto, es una condición más compleja que pasa por distintas etapas y puede afectar significativamente la textura y apariencia de la piel.

Ahora, ¿cómo las diferenciamos si son muy parecidas? ¡Sencillo! La clave está en los síntomas de la rosácea y de la cuperosis:

• Cuperosis: Es una condición más leve que se presenta con rojeces localizadas y vasos sanguíneos visibles, pero sin inflamación ni otros síntomas complejos.
• Rosácea: Es una afección más avanzada que incluye enrojecimiento persistente, inflamación, granitos, ardor y, en algunos casos, cambios en la textura de la piel.

Entonces, ¿son lo mismo?

No, pero están relacionadas, ya que la cuperosis puede ser el primer paso hacia la rosácea si no se cuida adecuadamente. Por esa razón, ¡cuidar tu piel desde los primeros síntomas es fundamental!

Tanto la rosácea como la cuperosis son afecciones cutáneas que pueden aparecer por una combinación de factores genéticos, ambientales y de estilo de vida. Pese a que las causas exactas no siempre son claras, las más comunes suelen ser:

Causa cuperosis

1. Fragilidad capilar: Los vasos sanguíneos superficiales se debilitan, volviéndose más visibles en la piel.
2. Factores genéticos: Si tienes antecedentes familiares, es más probable que desarrolles cuperosis.
3. Exposición al sol: La radiación UV daña los vasos sanguíneos, lo que intensifica el enrojecimiento.
4. Cambios de temperatura: Pasar del frío al calor (o viceversa) puede dilatar los capilares y empeorar los síntomas.

Causa rosácea

1. Predisposición genética: Tener antecedentes familiares aumenta las probabilidades de desarrollarla.
2. Hipersensibilidad cutánea: La piel puede reaccionar de forma exagerada a ciertos estímulos como alimentos picantes, alcohol o productos irritantes.
3. Factores hormonales: Cambios hormonales, como los relacionados con el estrés o la menopausia, pueden desencadenarla.
4. Microorganismos: Una alta presencia del ácaro Demodex folliculorum o ciertas bacterias pueden contribuir a su aparición.

Por último, estas afecciones cutáneas también pueden suceder por el estrés emocional, el consumo de alcohol o alimentos muy calientes, exposiciones extremas al clima y el uso de cosméticos irritante.

En SECRETS, nos encanta ofrecerte lo mejor para cuidar tu piel sensible. Por eso, en esta sección hemos reunido todos los tratamientos recomendados por nuestros especialistas para aliviar, calmar y proteger la piel con rosácea o cuperosis.

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¡Pero espera! En esta sección también te esperan marcas de prestigio como SkinCeuticals, Medi+derma, Fillmed, SVR ¡y muchas más! Estas marcas son perfectas para complementar tu rutina de skincare y ayudarte a lograr una piel equilibrada, saludable y radiante.

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La piel con rosácea o cuperosis necesita cuidados especializados, ¡y en SECRETS estamos aquí para guiarte! A continuación te compartimos como cuidar tu piel sensible y evitar que estas afecciones cutáneas empeoren el estado de tu dermis ¡Toma nota!

1. Limpieza suave: Usa limpiadores específicos para pieles sensibles que no irriten ni resequen.
2. Hidratación calmante: Opta por cremas o sérums que refuercen la barrera cutánea y reduzcan el enrojecimiento.
3. Protección solar: Es imprescindible un protector solar ligero que proteja del daño ambiental y no cause irritación.
4. Tratamientos específicos: Complementa con productos que alivien la inflamación y refuercen los capilares, ayudando a minimizar los síntomas.